PAN DE MUERTO

México es un país con una gran diversidad de culturas, infraestructuras, paisajes, bebidas, gastronomía, recetas ancestrales, ritos, historias y particularidades.
Dice un dicho que "México lo tiene todo".
 
Hoy van a disfrutar de una receta muy especial, que une a México entero dentro y fuera de él; el día de muertos ha traspasado las fronteras. Se celebra casi en todo el mundo.
 
En noviembre la República Mexicana se viste de colores, de calacas, de altares, de celebraciones, de hermosas flores de cempasúchil, ofrendas, comidas, bebidas, música, alegría. Se recuerda a quienes ya no están, pero siguen vivos en nuestros corazones.
 
Bien. Ahora ¡Ponte el mandil, enciende los fogones y vamos a cocinar!

Tips: De primero para que no los olvides, estos detalles hacen la gran diferencia.

- De último la sal.
- No pongas toda la mantequilla al principio, mitad cuando inicias, mitad al final.
- No pongas más harina en el amasado porque ves y sientes que la masa está pegajosa. Si lo haces tú pan quedará duro como una roca. Y no es la idea. Amasa, eso es todo el secreto. ¡Chíngale pues!
- Deja leudar, o sea, reposar la masa por 12 horas en la refrigeradora.
- Bolea el pan, pon los huesos y deja leudar a temperatura de 32° grados. La cabeza aún no. Hasta que esté listo para ir al horno.
- Hornea a 160° grados por 35 minutos.
- No pintes con huevo, píntalo con mucha delicadeza y con una brocha de mezclar #AOVE y mantequilla derretida.
 
Es hora de iniciar. No olvides los Tips y las notas que dejo remarcadas en algunas líneas. ¡Aguas!
 
Ingredientes:
 
  • 500 gramos de harina de trigo
  • 100 gramos de azúcar
  • 100 gramos de mantequilla
  • 3 huevos
  • 10 gramos de levadura fresca
  • 120 ml de leche tibia (no hirviendo, de lo contrario reduce las capacidades de la levadura)
  • 1 cucharadita de esencia de azahar (si no tienes sustituye por esencia de naranja reducida con agua helada)
  • 1 pizca de sal (super importante para equilibrar sabores y realzar. Recuerda que hasta el final)
  • Ralladura de 1/2: naranja, limón amarillo y mandarina (solo cáscara, no parte blanca porque amarga)
  • Azúcar glas para decorar o granulada blanca
 
Instrucciones:
 
  1. En un recipiente grande, mezcla la harina y el azúcar.
  2. En otro recipiente, disuelve la levadura en la leche tibia (que no supere 30° grados) y agrega una pizca de azúcar. Deja reposar durante 12 minutos hasta que burbujee.
  3. Agrega la mezcla de levadura, los huevos, la esencia de azahar, y la mitad de la mantequilla a los ingredientes secos.
  4. Amasa la mezcla hasta obtener una masa suave y elástica. No agregues más harina. Amasa. Ese es el secreto. Sigue hasta que obtengas una masa que no se pega. Ayúdate con una rasqueta.
  5. Ahora es momento de poner la sal, las ralladuras y el restante de mantequilla.
  6. Amasa. Solo sigue amasando hasta obtener una masa tersa y suave.
  7. Forma una bola con la masa y déjala reposar en un recipiente cubierto con papel film durante 12 horas en la refrigeradora, hasta que duplique su tamaño. No te extrañes que cuando saques la masa pasadas las 12 horas de leudado en frío, la masa esté un poco tensa. Recuerda que tiene materia grasa, entonces se pone así. Conforme vaya tomando calor, ya verás. Ten paciencia y enfócate en las instrucciones.
  8. Precalienta el horno a 180°C (350°F).
  9. Divide la masa en pequeñas porciones y forma bollos redondos. Utiliza un poco de masa adicional para decorar cada bollo con tiras en forma de hueso. Deja reposar por 35 minutos hasta que el pan esté bien crecido. Pónlos en la charola o bandeja bien separaditos, de los contrario se agarrarán de las manitos.
  10. Ya con el pan crecido, pon la bolita, o sea la cabeza en la parte superior; achátale un poco, o sea no tan redonda, sino aplastadita.
  11. Ajusta la temperatura del horno, bróchalos con la mezcla, no mucho, tan solo un pelín y hornea durante aproximadamente 35 minutos o hasta que estén dorados. ¡Aguas! No quemados. Debes estar al pie del horno. ¡Ojos!
  12. Saca los panes del horno, pasale un poquito la brocha con la mezcla nuevamente, rocía con el azúcar y déjalos enfriar.
  13. Tómale fotos, videos, comparte tu pan con los demás y disfrútalos.
 
¡Felicidades! Ya tienes tu pan de muerto.
 

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