EL MOLE Y LA PETITE SIRAH

La cocina mexicana, reina en América y el mundo, tiene una de las preparaciones culinarias más complejas, el #Mole.

Muchos como gustos hay.

Acompaña desde la tradicional tortilla de maíz nixtamalizado recién hecha, hasta un plato de la gastronomía moderna mexicana.

Se come a cualquier hora del día, aunque en su larga historia, ha sido y es motivo de grandes festividades y alegrías.

De origen humilde y aura de reinato, elaborado a mano y a puro metate, cuando se sirve nunca pasa desapercibido.

De 30 ingredientes o más inclusive, parecería mucho si se hablara de cualquier preparación, pero no en el caso del #Mole. Orgullo mexicano.

Si de vinos se trata, evidentemente hay que valorar el picor del plato, los hay desde poco a una intensidad mayor, como los de #Oaxaca.

Además, no olvidar algo fundamental, la temperatura del vino. Si el vino está a una temperatura por encima de los 16°, posiblemente la percepción de calor producto de las especies y el picor, podría hacer que nuestro paladar se incomode.

Personalmente me encanta comerlo con pollo y acompañarlo de un vino mexicano elaborado con la variedad Petite Sirah. Por lo general, son vinos muy expresivos, frutas rojas algo maduras, floral con dejos de café, yogurt, de cuerpo medio y acidez media con un final medianamente persistente. Es un vino ideal para equilibrar las cargas.

¡Feliz semana!

 

Firma: Alejandro Redondo Soto

Cocinero|Sommelier Profesional|WSET Level 3 Award in Wines & Spirits | Máster en Ciencias Económicas

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