OSTRAS, CHAMPAGNE Y CHABLIS

12 de setiembre 2023

Posiblemente, uno de los maridajes más glamorosos.
 
Las ostras son el molusco más chic, sinónimo del gran gusto y cartera. Nunca pasan de moda, todo lo contrario.
 
Su sabor intenso a mar sacude todos los sentidos. Precisamente por ello, no cualquier vino es elegido para acompañarle.
 
Históricamente, los vinos elegidos por la alta sociedad son el Champagne y el Chablis; ambos franceses. Nacidos en suelos que hoy ven la luz y que guardan la esencia del océano.
 
Si hacemos un viaje en el tiempo, 90 millones de años atrás, los océanos cubrían absolutamente todo. Los sedimentos o depósitos rocosos, arrastrados por los océanos se decantaba en el fondo. No es casualidad.
 
70 millones de años después, en centro de la cuenca parisina, una región geológica que cubre la mayor parte de la mitad norte de Francia, que incluye a Champagne y Chablis, se hundió considerablemente bajo el peso de los sedimentos acumulados.
De tal manera, que aparecieron entonces diferentes tipos de rocas, en capas sucesivas.
 
En Champagne, los sedimentos son altamente calizos, un 75% conformado de cretas, margas y piedras calizas; estas últimas tienen la particularidad de ser un material que se fragmenta, lo que favorece el drenaje de los suelos. Esto ofrece condiciones altamente favorables para la vid. 
Algo similar, ocurre en la AOC Chablis.
 
El Champagne y Chablis, no solo comparten suelos y condiciones similares; tienen en común la misma uva, la Chardonnay. Aunque sabemos que en la AOC Champagne también se cultivan dos uvas más, la Pinot Noir y la Pinot Meunier.
Chablis tiene un subsuelo muy especial, conocido como Kimmeridgean, una era geológica del Jurásico Superior hace más 150 millones de años.
 
En Chablis, se encuentran subsuelos de margas grises que se alternan con bandas de piedra caliza, a veces muy ricas en fósiles.
Si unimos toda esta información, no es de extrañar las razones por las cuales ambos vinos han sido elegidos de manera legendaria para los maridajes con ostras.
 
Hagamos un breve recorrido por el detalle de ambos vinos.
 
Champagne, sinónimo de burbujas
 
Este vino es el rey o reina de la clasificación de vinos espumosos, mundialmente reconocido por su elegancia y sofisticación; eterno elegido para acompañar a las ostras.
 
El Champagne es un vino refrescante, su efervescencia se la dan las burbujas finas y persistentes producto de la segunda fermentación en botella, conocido como el método champenoise.
 
La frescura y acidez del champagne es precisamente la que le permite realzar los sabores salinos de las ostras. Usualmente se acompañan de limón y también con una salsa levemente picosa.
 
Hay muchas recetas elaboradas con ostras, todas deliciosas. En lo personal, me gusta disfrutarlas más a lo natural. Su sabor y profundidad se vuelve dulce.
 
Ahora, hablemos de otro de los acompañantes favoritos para el maridaje de ostras.
 
Chablis, elegancia mineral
 
Desde Petit Chablis hasta Chablis Grand Cru, los vinos de Chablis AOC ofrecen una amplia gama de perfiles y expresiones aromáticas muy especiales si de vinos blancos minerales se trata.
 
Sus ejemplares, elaborados con la cepa Chardonnay son vinos blancos secos, con un pronunciado carácter mineral, de alta complejidad y acidez marcada con cierta terrosidad. De notas a manzanas verdes, peras, cítricas, florales y elegante mineralidad.
 
Si bien, las ostras con Champagne o Chablis son productos de lujo y costosos, lo cierto también es que puedes disfrutar de estos preciados moluscos con otros vinos. Te recomiendo los Chardonnay o Sauvignon Blanc de climas fríos y costeros.
 
Espero hayas disfrutado de leer esta nota, tanto como yo al redactarla para ti.
 
¡Salud!