CORCHO VERSUS TAPA ROSCA

15 de agosto 2023

Este es un tema controversial en el mundo del vino. El corcho indistintamente del material tiene un significado diferente al de la tapa rosca o screw cap (en idioma inglés).

Por un lado, los más conservadores y fieles a las rígidas tradiciones del vino, se rehúsan a utilizar la tecnología de punta que ofrece la tapa rosca para el cierre de sus vinos.

El mundo actual, no solo quiere cambios, no se detiene a mirar, está más interesado en todo aquello que simplifique las cosas y sea práctico.

En esa línea, definitivamente la tapa rosca toma sentido y, además, con grandes oportunidades en las generaciones de hoy y futuras en el consumo del vino.

Sabemos que el consumo del vino per cápita en el mundo, viene decreciendo, y no exactamente por temas relacionados con el consumo de alcohol. Hay dos elementos importantes que inciden en estos datos:

  1. Las nuevas generaciones no están muy interesadas en productos rígidos y formales como el vino y su “consumo”, entiéndase todo el protocolo que hay detrás y ni qué decir de la buena mesa.

Estas generaciones están interesadas en otras cosas, y todo lo que sea impuesto de alguna manera, cuenta con su rechazo inmediato.

En el caso de las bebidas que muestran crecimientos importantes, están las ready to drink (en idioma inglés), o sea que están listas para tomar y por lo general están envasadas en lata.

  1. Luego del impacto por la pandemia Covid 19 y la guerra entre Rusia y Ucrania, no solo las exportaciones se han visto afectadas, sino también las macro y micro economías.

Hay prioridades en el presupuesto de las personas, y por norma, los recortes se dan en los productos de lujo o no esenciales, el vino es uno de ellos.

De tal manera que hacerlo más accesible al consumidor, pasa por la viabilidad financieramente hablando estrictamente de las bodegas productoras. Bajar costos sin comprometer la calidad del vino, es una de tantas maneras de mantener el negocio en números estables o a flote. La tapa rosca es un gran aliado.

Bien, son situaciones que se dan en los mercados mundiales. No quiere decir que estos resultados seguirán manteniéndose a la baja, pero lo que sí es cierto, es que hay que gestionarlos.

Personalmente considero que hay valorar la practicidad, accesibilidad y democratización del producto en las nuevas estrategias de productos y marcas.

Seguimos.

 

El corcho

El corcho ha sido por largo tiempo el cierre preferido para las botellas de vino en general. Si valoramos no solo el cerrar una botella sino su función, el corcho siempre ha sido asociado a un protocolo alrededor del vino, su glamur y por supuesto a la mesa.

Si bien hay distintos tipos de corchos como los colmatados, aglomerados, prensados o multipieza, sintéticos y el natural 100% corcho del árbol de alcornoque (su corteza se regenera de cada 8 a 10 años, los mayores proveedores son Portugal, España y el Norte de África). Se puede decir que es el tapón de corcho más respetado.

Como todo producto tiene sus calidades y precios. Los corchos se clasifican en: Flor, Extra, Superior, Primera, Segunda, Tercera, Cuarta y Quinta.

El corcho en sí es la corteza del alcornoque, árbol que se encuentra esencialmente en el mediterráneo occidental. Durante su crecimiento, los árboles van engrosando su tallo y acumulando hacia el exterior de la madera, células muertas y huecas; el propio corcho. Esta capa aísla y protege las zonas más sensibles del árbol.

Por lo tanto, saber que los árboles de alcornoque no se talan para producir corchos, idea errada que tienen algunas personas.

La corteza del alcornoque tiene una extraordinaria propiedad regenerativa, entiéndase que el corcho vuelve a crecer una vez extraído, y lo mejor de todo, sin dañar al árbol.

Este hermoso árbol pertenece a un ecosistema natural y único en el mundo. Portugal el mayor productor de corcho posee el 34% de la superficie mundial, España el 27%, Marruecos el 18% y Argelia 11%. 

El corcho históricamente ha sido relacionado con la calidad del vino, por dos cosas puntuales, la primera que permite la microoxigenación del vino para su crianza en botella y segunda por el protocolo mismo del ritual del descorche.

Si bien el corcho en sí es un emblema, también es cierto que no todos los vinos, se cierran con corcho de alcornoque. Evidentemente el corcho natural, es el más caro de todos los corchos. Lo utilizan las bodegas productoras en el mundo para sus vinos premium, alta gama o llamados iconos.

Ciertamente tiene una estrecha relación con la formalidad y elegancia asociada al vino, pero, sobre todo al estatus que este ofrece. Y superar este legado no es tan sencillo.

Como todo en la vida, perfecto no hay nada.

El corcho tiene asociada una enfermedad, que realmente es una contaminación, conocida como TCA (tricloroanisol) y básicamente es un riesgo inherente al corcho, que puede afectar al vino en su calidad. Sea un vino económico o ultra premium, ambos tienen las mismas probabilidades.

Ahora bien, es importante aclarar que las últimas décadas no es tan usual encontrar vinos afectados por TCA. Para ello existen protocolos estrictos de inocuidad, manipulación y limpieza que aplican las bodegas productoras de vino, para minimizar el riesgo. Según las estadísticas ronda entre el 1 y 2% de las botellas producidas cada año en el mundo. Porcentaje claramente bajo.

 

La Tapa Rosca

Comencemos mencionando que la tapa rosca es de aluminio y se obtiene de la bauxita (roca sedimentaria con un contenido de aluminio relativamente alto), lo que la hace 100% reciclable e incluso amigable con el medioambiente.

La tapa rosca no solo es un avance en la innovación y creatividad para adaptarla al cierre del vino, sino que es una gran solución para sustituir el corcho. Además, es de costo más bajo.

La tapa rosca tuvo sus inicios en los años 70, ha pasado bastante tiempo y ha mejorado sus capacidades. Hay que celebrar que, en los portafolios de muchas bodegas productoras de vino en el mundo, ya la están incorporando. Si decir, que la mayor cuota está en vinos jóvenes, de consumo rápido, blancos y rosados. Eso no significa que los vinos tintos están excluidos, simplemente que no tienen la misma proporción que los blancos o rosados.

Los países del nuevo mundo son los que mas han aprovechado la tapa rosca, si lo comparamos con el viejo mundo (Francia, España, Portugal, Italia entre los principales). Esto no significa que no la utilizan, simplemente que va un poco más lento. Es claro, que en el viejo mundo existe un tremendo arraigo al corcho, y es entendible.

Muchos países con gran cultura e historia vitivinícola optan cada vez más por la screw cap. Por ejemplo, Nueva Zelanda, el 95% de sus vinos lo utilizan, en Australia el 80%, África del Sur el 65% y Chile el 63%.

Analizando rápidamente, la herencia, el cambio generacional, las costumbres de quienes han hecho vino por siglos, pasado de generación en generación, logra un arraigo profundo y la probabilidad de cambios drásticos si se puede llamar así, no es tan fácil como decirlo o suponerlo. El cambio está, tal vez no al ritmo que se espera, pero ningún avance será menor. Poco a poco, la tapa de rosca seguirá ganado popularidad.

Es un error de percepción, decir, pensar o asegurar que la tapa rosca es para los vinos de baja calidad, económicos o sencillos. Aunque este cierre ha sido tímidamente utilizado, podríamos decir lo mismo de los corchos económicos que no son del alcornoque, o sea que están hechos con otros materiales, inclusive sintéticos.

Así como en el corcho hay calidades, en la tapa rosca también.

Una de las grandes preocupaciones y leyendas urbanas, es que la tapa rosca no permite respirar al vino, que no hay microoxigenación. Lo cierto, es que la tapa rosca ha evolucionado y la tecnología de hoy, permite muchísimas cosas, desde la microoxigenación hasta la seguridad de que el vino evolucione y por supuesto, libre de enfermedades o contaminaciones como la del TCA, conocida como acorchado (bouchonné en francés), claramente un defecto del vino.

Sea con corcho o tapa rosca lo más importante es verlos por igual, ninguno por encima o debajo del otro. Hay que conocerlos, explorarlos y disfrutarlos.

¡Salud!

 

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