Nacido y criado en la fe católica, vestido de marrón en ocasiones, otras de blanco y rojo, la profesión de monaguillo a los 7 años parecía ser todo un reto. Y lo era. A esa edad, ya tenía alguna conciencia con relación al vino.

Muchas veces lo serví en el copón, que el sacerdote tomaría junto con un poco de agua. Mientras realizaba el servicio, sus aromas comenzaron a enamorar mi fe. Posiblemente, sea el Sommelier más puberto de mi país.

Desde esos momentos hasta hoy, más de 40 años han pasado y mira en lo que me he convertido. En ese mismo monaguillo, pero ahora de vez en mes, visto de traje y con uno que otro vino, con la misión de su evangelio.

El vino ha sido una bebida representativa y simbólica a lo largo de la historia del hombre. Hoy vamos a explorar algunas de sus menciones en la Sagrada Biblia. Desde los tiempos antiguos hasta la actualidad, el vino ha sido, es y será un icono de celebración, alegría y afinidad entre culturas y religiones.

Una de mis citas preferidas, es cuando María madre de Jesucristo le pide en las bodas de Caná, que convierta el agua en vino. Este momento está lleno de significados. Profundos todos y vigentes hasta hoy.

Analizando este documento de consulta regular para los que creemos en las sagradas escrituras, el vino es mencionado en cuantiosas ocasiones. Más de 200, inclusive.

Su aura de bendición es mencionada con recurrencia en los pasajes bíblicos asociados a la prosperidad, a la generosidad divina, a las festividades y celebraciones; como las bodas de Caná y la última cena. Es un símbolo de cercanía y regocijo entre las personas.

Si bien, es un símbolo sagrado, la Biblia también advierte sobre los peligros del exceso. En varios pasajes resalta la importancia de la moderación y la sabiduría al beber alcohol. El vino en exceso puede llevar a la embriaguez y a comportamientos imprudentes, reza.

Génesis 9:20 Noé comenzó a cultivar la tierra, y plantó una viña.

Génesis 9:21 Un día Noé vino y se emborrachó, y se quedó tirado desnudo en medio de su tienda de campaña.

Efesios 5:18 No se emborrachen, pues eso lleva al desenfreno.

Proverbios 20:1 El vino hace insolente al hombre, las bebidas fuertes lo alborotan; bajo sus efectos nadie actúa sabiamente.

Nos quedamos con estas sabias citas, para que disfrutemos del vino, y no, el vino de nosotros como le pasó a Noé.

¡Salud!

Firma: Alejandro Redondo Soto

Cocinero | Sommelier Profesional | WSET Level 3 Award in Wines & Spirits | Máster en Ciencias Económicas

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