ENSALADA MIA
Hoy quiero compartirte una de mis ensaladas favoritas.
Es fresca, colorida y con texturas.
Por lo general, gusta a todos quienes la prueban.
Ensalada MIA es una deliciosa receta de ensalada a base de combinar mix de lechugas frescas y crujientes, queso fresco, remolacha, nueces caramelizadas y vinagreta de balsámico.
Esta es una combinación elegante y delicada, que estoy seguro vas a disfrutar.
Es hora, así que ¡Ponte el mandil, enciende los fogones y vamos a cocinar!
Ingredientes:
- 150 gramos de mix de lechugas frescas (lechuga verde, lechuga roja, rúcula)
- 100 gramos de queso fresco (el de tu gusto)
- 1 remolacha cocida y cortada en rodajas finas
- 50 gramos de nueces caramelizadas
Para la vinagreta:
- 3 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
- 2 cucharadas de vinagre balsámico
- 1 cucharadita de miel
- Sal y pimienta al gusto
Instrucciones:
- En un bol grande, coloca la mezcla de lechugas. Agregue las rodajas de remolacha por encima.
- Corta el queso fresco en cubos o tiras y agregalo a la ensalada.
- En una sartén antiadherente, carameliza las nueces a fuego medio-bajo. Agrega una pizca de azúcar morena si lo deseas para potenciar la caramelización y un pelín de sal de mar. Cuando estén doradas y crujientes, retíralas del fuego y déjalas enfriar.
- Espolvorea las nueces caramelizadas sobre la ensalada.
- En un recipiente pequeño, mezcle el aceite de oliva, el vinagre balsámico, la miel, la sal y la pimienta fresca. Bátelo bien hasta obtener una vinagreta homogénea.
- Rocía la vinagreta sobre la ensalada justo antes de servir.
- Mezcla todos los ingredientes suavemente para que los sabores se combinen, pero sin aplastar los ingredientes. Házlo con dos cucharadas.
- ¡Sirve de inmediato y disfruta de esta exquisita ensalada con un toque moderno y elegante!
Esta ensalada es perfecta para una comida ligera y sofisticada.
Si gustas, puedes agregar tus crujientes favoritos, por ejemplo croutons a la provenzal o papas pay.
MARIDAJE
Vinos para disfrutar esta ensalada, te sugiero cepas más novedosas.
Esto no significa que el Sauvignon Blanc o Chardonnay no son opciones, pero si prefiero recomendar otras uvas menos conocidas, que te van a sorprender como la Viognier o la Grüner Veltliner.
También, quedaría muy sofisticado y novedoso, servir con un vino rosado cuya composición sea a base de vino blanco (80%), teñido con vino tinto (20%), hoy día el mercado nos propone vinos diferentes.
Y si quieres ir más allá, un vino tinto joven, sin barrica, pura fruta, bien fresco, será una apuesta interesante de considerar.
Siempre insisto en esta palabra, provocación. Hay demasiado para probar.
¡Hasta la próxima!