18 de agosto 2023

18:00 Horas

En este DE VIERNES CON KATA, vamos a conocer y disfrutar una de esas locuras que, como pocos, el mundo y la globalización nos regalan.

Estamos seguros de que una mayoría no conocerán lo que Kata nos trae hoy.

Tussock Jumper es una marca de vinos que embotella uvas de 13 países diferentes, cosechadas, consentidas y vinificadas en el origen.

Su objetivo es reunir a las mejores uvas para convertirlas en vinos del mundo, bajo una marca distintiva; el suéter rojo de lana de Tussock Jumper.

Como dicen ellos, para que puedas saltar de vino en vino, de jersey en jersey, en todo el mundo.

Como en De Viernes con Kata, ir de copa en copa enamorándose siempre de uno diferente.

Lo que hace único y diferente a Tussock Jumper, es que sus vinos se embotellan en el país de procedencia, o sea en el mismo lugar donde se cultivan y vinifican las uvas.

Además, nos encanta la practicidad de la tapa rosca, algo que Kata y su servidor celebramos.

Nada más práctico y erótico que desvestirse a la primera sin tanta vuelta.

Ya te preguntarás ¿qué hace un Jabalí en la etiqueta de hoy? Te contamos.

Todos los animales que visten los jerséis rojos en los vinos de esta marca francesa no son solo un truco o una idea de marketing inteligente para destacar en los diferentes mercados del mundo; son más que eso. Representan la esencia de un lugar, la expresión de esa fruta hecha vino.

Para Tussock Jumper, ese jersey es un sello original y de autenticidad, la garantía de que todo se ha hecho bien para ofrecer un vino de la mejor calidad, representando y respetando el origen.

Ah, se nos olvidaba contarte, que cada vino tiene su respectivo pasaporte. Así que lo puedes llevar contigo de copa en copa a donde quieras.

Démosle la bienvenida a Tussock Jumper Pinot Noir.

Desde el Sur de Francia, plantado en terrazas arcilloso-calcáreas que dan vida a las uvas que llenan esta botella borgoña de Pinot Noir. En ocasiones no hacen falta tantas curvas, solo las suficientes. 

De aspecto práctico, natural y goloso, este pinot de 12.5° de alcohol, de capa media con brillantes tintes de juventud violáceos, celebra la frescura de una fruta roja combinada con las notas maduras del Sur, sin mucho pudor, lo necesario para embotellar un jugo que recuerde las moras sudorosas, jugosas, gordas y rebosantes con pronunciado dulzor que el Sur suele dar, fresas compotadas de fina fragancia, ciruelas crujientes y pequeñas frambuesas ácidas con notas florales de rosas rojas, especias dulces, dejos de tabaco, moka y vainilla, cuerpo medio y taninos suaves con sutil redondez y cierta complejidad, de final medio.

Lo suficiente para recordarle.

Un vino para disfrutar más seguido. Apto para comprarlo y beberlo.

Temperatura recomendada de servicio 14°. Entre tanto calor, un poco de sudoración helada no viene mal.

Un vino sin maridaje es como un beso al aire, no se disfruta igual.

Pensamos que a este vino le viene bien la jugosa carne del norte mexicano, donde la res es reina, ama y señora.

Alisten las tostadas porque vamos a servir en ellas un aguachile de asada.

Cortes delgados y laminados van vuelta y vuelta al sartén ardiente, previamente marinados con algo de pimienta de molinillo, sal gruesa y aceite de oliva virgen extra.

En un plato largo, medianamente ondulado con la redondez suficiente para coquetear con esta carne jugosa, se acomoda en fila de lado a lado, para bañarla con una salsa elaborada a base de salsa de soya, jugo de limón fresco, especias, un pelín de chile chipotle y vestirla con lascas sutiles de aguacate, cebolla morada encurtida en plumas y levemente arropada con encaje de cilantro fresco.

¿Algo más que pedirle a la vida Kata?

Con esto nos despedimos, será hasta la próxima que las ganas y la gula esperan.

Puedes seguir a la Tussock Jumper en este enlace: https://www.instagram.com/tussockjumperwines/