VIERNES ROSA

Los vinos rosados han experimentado un renacimiento en los últimos años, poco a poco van ganando popularidad entre los amantes del vino en todo el mundo. Sin embargo, han sido subestimados históricamente, y si no, pregúntese usted, ¿Cuántos vinos rosados compra y bebe en el año? Me atrevo a decir que de cada 10, 1.

Hace ya más menos 10 años, intento recordar a lectores, radioescuchas, conocidos, comensales, amigos y clientes que los vinos rosados, también son vinos, y que existen.

De tal manera que, a través de mis recomendaciones, artículos, post en redes sociales, eventos temáticos, catas, cenas, etc., sigo siendo de alguna manera, una vitrina para ellos.

Como especialista en la materia, tengo la responsabilidad de visibilizarlos y mostrar muchos de sus atributos, más allá de la vista, porque no se puede negar que sus colores y tonalidades son hermosas.

Hoy, en Viernes Rosa quiero persuadirte para que vayas y compres un vino rosado, el de tu gusto, el que te llama la atención, el que te recomienden, pero compra uno y enamórate de sus bellos colores, de sus aromas frescos, de su delicadeza, sutileza y belleza, de su versatilidad gastronómica, que claramente, no debería pasar desapercibida. Al menos eso pienso, y quiero creerlo.

Los vinos rosados modernos, los vinos de hoy, se han convertido en una opción atractiva para quienes buscan algo diferente, refrescante, versátil y con una amplia gama de colores, aromas y sabores.

Siempre digo, que cuando se compra un vino, es importante utilizar el imaginario, pensarlo para un momento que nos haga felices. Preguntarnos. ¿A qué hora? ¿A qué temperatura? ¿En cuáles copas? ¿Con qué comida acompañarlo?, y muchas otras pueden ser las preguntas internas que nos hagamos. Eso ayudará mucho, a que encontremos los momentos ideales para disfrutar nuestros vinos. Sorprendernos y sorprender.

Los vinos rosados son conocidos por su color rosa, que puede variar desde un rosa pálido hasta un rosa intenso, inclusive algunos con exceso, no por menos bellos y deliciosos, tonalidades fucsias.

Los franceses, les llaman vino de una noche (Vin d'une nuit), haciendo referencia al corto tiempo que estará el mosto del vino, entiéndase el jugo en contacto con la piel de la uva, de donde se extraen entre otros, el color. Dicho esto, las tonalidades, características y la identidad del vino, van a depender del método de vinificación, de la procedencia, de las uvas utilizadas, del estilo del enólogo y la bodega.

Entonces, entendemos por esto, que, a diferencia de los vinos tintos, los vinos rosados tienen un menor tiempo de maceración con los hollejos, lo que en resumen da su color, sabor y frescura. Esta cualidad los convierte en una opción perfecta para quienes desean disfrutar de vinos más ligeros, con menos cuerpo y no por ello, menos complejos.

Una de las muchas virtudes de los vinos rosados, es su facilidad para acompañar la mesa. Su perfil de sabor y su acidez refrescante los hacen compañeros perfectos para una amplia y variada cantidad de platos. Desde platos ligeros como las típicas e infaltantes ensaladas, carpaccios de carne, salmón, pulpo o platos de mariscos y pescados más contundentes, no por menos frescos y delicados como el vino. Ciertamente también, maridan con platos más suculentos, que podemos encontrar en la cocina mediterránea, la cocina asiática, o estas cocinas que están de moda en el mundo, la mexicana, japonesa e hindú. Como verán los vinos rosados pueden realzar los sabores de muchas comidas, aportar una nota fresca, vibrante y distinta.

Como hemos visto hasta aquí, a pesar de tener una reputación de ser vinos ligeros o sin mayores atractivos, los vinos rosados evidentemente pueden ser sorprendentemente complejos. Entendamos que, dependiendo de la región, de las uvas utilizadas y métodos de vinificación, pueden exhibir una amplia gama de colores, aromas y sabores.

Algunos rosados pueden ser afrutados, frescos y fáciles de beber, con notas de fresas, frambuesas y cerezas, mientras que otros pueden ser más florales, con matices de rosas y flores blancas. Que siempre en el mejor de los casos, son vinos con rica y crujiente acidez. Además, como en todo el mundo del vino, hay vinos rosados más estructurados y con mayor cuerpo, que ofrecen sabores más intensos.

Bien. Es hora de antojar, de poner nuestro imaginario a funcionar, nuestra boca a salivar y de aquí todo seguirá será delicioso.

Te comparto cinco sugerencias de maridaje, con vinos rosados de diferentes partes del mundo, por lo tanto, quedarán en evidencia características importantes del terroir (entiéndase fácil que este concepto se refiere a la uva, a la mano del hombre, a el clima y al lugar de procedencia).

Rosado provenzal de Francia: Un clásico proveniente de la región de Provenza, este vino rosado se caracteriza por su elegancia y frescura. Combínalo con una ensalada de verano con fresas, queso de cabra y nueces para resaltar sus sabores afrutados y su acidez equilibrada.

Rosado de Pinot Noir de Oregón, Estados Unidos: Los vinos rosados de Pinot Noir de Oregón suelen tener un equilibrio maravilloso entre acidez y cuerpo. Acompaña este vino con un salmón a la parrilla con salsa de naranja y jengibre para crear un maridaje lleno de sabores complejos y delicados.

Rosado de Tempranillo de España: Los vinos rosados de Tempranillo de España ofrecen notas de frutas rojas frescas, también maduras, especiadas y refrescantes. Disfruta de este vino con un arroz meloso de mariscos para realzar sus sabores intensos, su textura sedosa y su crujiente acidez.

Rosado de Malbec de Argentina: Los vinos rosados de Malbec de Argentina sorprenden con su elegancia y estructura. Te sugiero un plato regional que personalmente amo, las empanadas de humita, del norte argentino. Notarás sutileza, contundencia en sus sabores, delicadeza y rusticidad a la vez, éstas empanadas maravillosas se dejan comer tan fácil y acompañar de un fresco vino rosado de Malbec, para contrastar texturas, sabores y temperaturas.

Rosado espumoso de Italia: Los buenos vinos rosados espumosos de Italia, como el Lambrusco, puede ser vibrantes y refrescantes, de delicado textura y color. Que mejor que iniciar un momento de disfrute, con una tabla de charcutería, quesos de suave a media intensidad, aceite de oliva virgen extra, aceto balsámico y una variedad de panes, para disfrutar de una combinación clásica y deliciosa.

Ha sido un gusto, compartir con ustedes esta breve nota de Viernes Rosa, así que anda que para mañana es tarde, ve por tu botella de vino rosado y descubre un nuevo mundo de posibilidades.

¡Salud!

 

Firma: Alejandro Redondo Soto

Cocinero|Sommelier Profesional|WSET Level 3 Award in Wines & Spirits | Máster en Ciencias Económicas